Alitas BBQ
Hoy fuí testigo de algo que vale la pena compartir, algo que espero te inspire tanto como me inspiró a mí.
Resulta que el día de hoy fui a una plaza comercial conocida de Guadalajara a contratar un plan mensual con una compañía telefónica.
(Evitaré marcas para no hacer anuncios innecesarios).
El punto es que, por cuestiones de ahorro de tiempo en vez de ir a comer a mi casa, decidí comer en la zona de comida y ahí fue donde sucedió aquello que quería compartirles.
Resulta que pedí un corte de carne en el Argentina Express y un agua mineral, y Juan Carlos era el encargado de cobrarme... y resulta que me cobró mal y agregó a mi cuenta unas Alitas BBQ, pero yo no me di cuenta, pues yo en mi sincera confianza en la sociedad simplemente pagué la cantidad que me dijeron sin hacer cuentas... y que cabe aclarar que con "sincera confianza en la sociedad" quise decir que me dio flojera sumar mentalmente si la cuenta era correcta con respecto a los precios del menú.
El punto es que pagué "a ciegas" y me fui a sentar mientras me llamaban por el número de mi orden.
Después de unos minutos gritaron el número de mi orden y cuando llego al mostrador, Juan Carlos me ofrece una disculpa, me comenta que me cobró de más y me devuelve el monto que no debí de haber pagado.
Para serte sincero, esta actitud de humildad y honestidad me sorprendió bastante y me recordó que, en palabras de Rorro Echavez "somos más los buenos".
Es padrísimo cuando suceden este tipo de situaciones donde ves personas dando testimonio de que las cosas las podemos hacer bien, que podemos ser honrados, que podemos dar lo mejor de nosotros mismos.
Mientras comía, reflexionaba sobre esto y fue cuando decidí hacer este artículo para compartirles la experiencia, y claro está, no podía faltar una fotografía con el héroe sin capa: Juan Carlos, a quién le pedí permiso para tomarme una foto con él y explicarle lo que haría en Internet.
Juan Carlos, si estás leyendo estás líneas, te felicito nuevamente por tu integridad y por querer chambear con honestidad.
Gracias y espero que tu testimonio inspire a otros a querer dar lo mejor de sí mismos en todas las áreas de sus vidas.
Si se puede ser honrado, aún cuando la situación se preste para no serlo y que nadie se de cuenta de ello.
Juan Carlos es la prueba viviente de ello, pues pudo haberse quedado ese dinero extra, sin que nadie le hubiese reclamado o se hubiera dado cuenta.
Gracias de nuevo Juan Carlos por tu ejemplo, y espero que tú, querido lector, te sientas inspirado a ser igual y a recordar, que no es verdad que en México la mayoría somos corruptos... en México también somos honrados, y trabajadores, y con ganas de tener un país mejor.
Gracias Juan Carlos, por enseñarnos lo que es ser verdaderamente un mexicano.
